La segunda parte de la serie de torneítos llamados “Copas Mundiales” en Venezuela y El Salvador, rayan en lo ridículo, al no asistir Venezuela al torneíto Salvadoreño, no le dan mucho crédito que digamos.
Los judokas mexicanos que estuvieron presentes demostraron al menos cuál es su nivel. En Venezuela perdieron todos, menos la joya del judo mexicano, Vanessa Zambotti, que ocupó segundo lugar después de la cubana que, por supuesto, ya la agarró de bajada, lo bueno es que es la única en el continente, por suerte no se dan de ese tamaño en todos lados.
Lo mismo Ramón Flores puliéndolo poco a poco puede dar el estirón, no hay mucha gente pesada y si el chavo tiene carácter puede llegar a destacar, hay que observarlo.
La medalla de oro conseguida por Nabor Castillo en el torneíto Salvadoreño es significativa, le ganó a representantes de países del continente incluyendo al competidor de Brasil, ojo con este chavo, va bien, nos permite evaluar su nivel, es la segunda vez que nos brinda satisfacciones, lo deben de llevar a competir un poco mejores, llevarlo despacio, no aventarlo a lo tonto hasta arriba, vale la pena.
Vanessa Zambotti ganó otra medalla de oro, entre cinco competidoras de nivel C, no es su culpa, lo malo es que por estar haciendo puntos en torneítos, no progresa su nivel competitivo, ella debiera competir en torneos grandes, tiene la capacidad, por desgracia no se invierte en ella, ojalá no se vayan arrepentir después.
Los demás como de costumbre, nos permiten ver que su nivel no llega todavía a la categoría de torneítos, manténganlos en esa categoría o bájenlos un poco.
Al menos nos pudimos dar cuenta de los verdaderos niveles de pobreza del judo mexicano, que ni en torneítos chafas la hacen, si tenemos dos competidores mejores que el resto, hay que brindarles el apoyo ya, no esperar a que se oxiden, estamos a tiempo…UCHI MATA
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