INFOJUDO-MÉXICO AGRADECE A UCHI MATA dryudo@hotmail.com EL INTERESANTE COMENTARIO QUE NOS HIZO LLEGAR EN TORNO A LO QUE ACONTECE EN EL JUDO MEXICANO Y LA INVITACIÓN PARA HACER PROPUESTAS A FIN DE CONTRIBUIR A SU MEJORAMIENTO.
AQUÍ SU EXPOSICIÓN:
Abril 6/09
“Es difícil pensar que alguien pueda por milagro enderezar los pasos de la FMJ. Que ha sido una historia de altibajos desde el principio en las diferentes etapas. Los que hemos tenido la oportunidad de vivir esa historia, de participar en las diferentes actividades y juzgar desde diferentes puntos de vista lo sucedido, haciendo un breve análisis, no es tan fácil ni tan rápido como parece.
Cuando eres competidor y destacas al menos a nivel nacional, regional o continental, ya tienes un problema: piensas que eres merecedor de todo y lo que te dan siempre será poca cosa, consideras que la federación no te da el reconocimiento y el apoyo que mereces, que la autoridad deportiva nacional no sabe cómo tratarte.
Por parte de los otros competidores, tus compañeros te abandonan, ya no quieren participar contigo en los entrenamientos, esa desunión no permite avanzar.
El principio del competidor se ha desvirtuado, al tratar de generar competidores antes que judokas, cuando se revierta ese sistema, comenzaremos a generar buenos judokas primero y de esos judokas saldrán buenos competidores, eso es regresar a las bases técnicas y darle un orden lógico a la enseñanza.
Como profesor trabajas un número importante de años para formar un judoka y después consideras que es de tu propiedad, ya no lo quieres soltar para que pueda avanzar con otro tipo de preparación adecuada a la nueva etapa. Es difícil cortar el cordón umbilical que te ha unido con ese competidor desde que era un niño.
No sabemos distinguir entre un formador de judokas y un entrenador, esa confusión no nos ha permitido avanzar en el camino lógico, debemos distinguir dónde comienza y termina la función de cada uno. El principal problema lo tenemos al no recibir el mismo nivel de reconocimiento, el formador y el entrenador, por lo que hemos terminado por hacer una mezcla sin resultados.
El árbitro es algo especial, porque considera que tiene los conocimientos suficientes para tener un grado superior al que ostenta, pero la política y el amiguismo no le permite avanzar, su instructor que es el jefe del arbitraje, ya sea estatal, regional o nacional, no le dará la oportunidad que se merece, porque hay esperando una larga fila de cercanos al jefe.
La opinión del competidor respecto al árbitro, es el culpable de sus derrotas, la opinión del entrenador es que no sirven para nada, lo que es lógico, pero hiere la autoestima.
El dirigente por lo general llega a la posición desprestigiando el trabajo del anterior, prometiendo cosas que no puede ni sabe como cumplirlas, en su momento tiene la estimación de todos, se le admira por sus cualidades, pero al salir del cargo, es un inútil, un corrupto y es el culpable de todo lo que está sucediendo en el medio.
Para ser dirigente, como para ocupar un puesto en una empresa, universidad, gobierno etc., se requiere una licenciatura y experiencia profesional mínima, en Judo, nidan como mínimo, solvencia económica y ganas de trabajar, mientras tengamos dirigentes con un perfil bajo, no podemos exigir mucho
Lo mencionado es una constante de lo que ha sucedido en los sesenta años de historia del judo en México, lo que no es fácil de borrar, pero la realidad es que la mayoría no está de acuerdo con el trabajo que se está haciendo. En lugar de intentar algo diferente, lo más fácil es repetir lo ya hecho, con pequeñas variantes, la realidad es que mientras nos dediquemos a criticar y satirizar la función de los otros, repetiremos el circulo vicioso en que hemos estado 60 años, sin logar superar esa etapa.
La lógica para un cambio es la convicción de querer saltar la barrera de la mediocridad, el no estar satisfechos con lo logrado hasta ahora, el no conformase, el sentir que se puede lograr y para eso cada quien tiene que poner su parte.
Lo mismo profesores, entrenadores, competidores, árbitros, dirigentes, familiares y amigos, cuando todos trabajemos en el mismo sentido, fijándonos mas en nuestro trabajo, que en lo que los demás están haciendo podremos lograr saltar la barrera de la mediocridad.
En principio debemos reconocer que hemos hecho mal y corregirlo, que hemos hecho bien y aprovecharlo, qué logros hemos tenido, qué estamos logrando y hasta donde queremos llegar, reconociendo el pasado, trabajando en el presente y planeando el futuro.
La crítica es buena, cuando se da una solución, a esa la llamamos crítica constructiva, las cosas se ven diferentes desde afuera que adentro, es muy fácil criticar cuando lo que se ha hecho es aprovechar la situación y las condiciones que se han presentado sin haber tomado la responsabilidad de dirigir, por lo que hay personas que se han ganado el derecho de criticar y hay quienes simplemente es su estilo, el que nunca ha tenido la responsabilidad no comete errores.
De hecho existen soluciones, no son mágicas, pero son posibles cuando todos estemos comprometidos con nuestro deporte éste comenzara a funcionar; mientras estemos esperando que los miembros del Consejo Directivo de la FMJ lo hagan, eso no sucederá. Tienen recursos dirigidos a ciertas actividades, que hasta ahora no han dado resultado, pero son recursos etiquetados de Gobierno, los cuales sólo se pueden utilizar en forma específica.
Además, las personas que componen ese Consejo son bastante limitadas, algunos tienen escasa formación académica formal, otros tienen formación académica pero no tienen formación como judokas, otros conocen judo pero no disponen del tiempo suficiente, en su mayor parte son gente humilde con una economía débil que aprovechan su posición en el Judo para poder viajar al extranjero y hospedarse en hoteles de mediana categoría, comer en restaurantes, algo que no habían hecho con recursos propios, no cumplieron con el estatuto que establece tener una economía buena y tiempo suficiente, lo cual no fue demostrado, deben tener shodan ganado en el tatami, no honorífico, otros simplemente han recibido un nombramiento, pero no tienen injerencia alguna, a todo esto hay que agregar que algunos aceptaron una propuesta del presidente simplemente para llenar huecos y sacar alguna ventaja del nombramiento con algún viaje o distinción en sus lugares de origen.
Cuando un presidente no ha sido capaz de mejorar en cuatro años, no es posible esperar soluciones mágicas, debemos trabajar cada quien desde su Asociación, club o lugar de práctica, organizar torneos, promociones de grado, clínicas, informar a la comunidad lo que realmente está sucediendo en el medio, etc.
Todo esto en forma programada y coordinando las acciones con las asociaciones vecinas para fortalecer la región, se traducirá en una mejoría general, desde luego con el aval de la FMJ ó sin el aval si fuera necesario.
Debemos mejorar la relación humana entre practicantes y maestros, hacer programa y reglamento de grados para los que intervienen en las diferentes actividades de judo, preparar a los entrenadores para mejorar la enseñanza técnica, promover torneos regionales, equipar los Dojos con equipo actualizado, en fin todo aquello que la FMJ no hace y no lo hace por falta de recursos, ganas y conocimiento.
Después de haber expuesto desde mi muy personal punto de vista la actual situación, me gustaría que alguien expusiera y complementara con ideas y programas, sería un interesante principio y demostraría que tenemos gente capaz y pensante sin participar en la dirigencia de la FMJ.
Si hablamos las cosas con claridad, con respeto y dando soluciones podremos llegar a cumplir grandes metas, no es tarde, tenemos gente con conocimientos, experiencia y madurez, estamos en el punto de despegue, pero todo depende de nosotros”.
UCHI MATA.
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