AUTORITARISMO EN LA FIJ
Más allá de quién tiene la razón en el conflicto internacional que hoy mantiene dividido al Judo en América, en Infojudo-México no perdemos de vista que la Federación Internacional de este deporte, a cargo del rumano Marius Vizer, ha incumplido con su OBLIGACIÓN de mediar, buscar la conciliación y el buen entendimiento entre TODAS aquellas Federaciones nacionales que la integran, cuenten o no en sus selecciones nacionales con campeones olímpicos y mundiales. En teoría todas las Federaciones gozan de los mismos derechos y obligaciones, aunque en los hechos la FIJ demuestra todo lo contrario.
Es a todas luces cuestionable el PAPEL PERSECUTOR que hasta ahora ha realizado el organismo rector del Judo internacional para desconocer y desaparecer a la Unión Panamericana de Judo que encabeza el ingeniero Jaime Casanova Martínez. También resulta indignante y hasta grosera la forma en la que Marius Vizer y aliados buscan cumplir su cometido: ni más ni menos que VIOLANDO los principios más elementales que dieron origen a este arte marcial y de la misma Carta Olímpica. Por eso ellos deben ser señalados como los principales responsables de la desunión que hoy padece el Judo Continental.
El Diccionario de la Lengua Española define la palabra autoritario como aquél “que impone su poder de forma absoluta”, lo cual aplica exactamente en el caso de Marius Vizer. El papel que debió jugar el presidente de la FIJ en este asunto era el de ÁRBITRO y no el de un VERDUGO.
Se anuncia que la llamada Confederación Panamericana de Judo cuenta ya con el reconocimiento de Vizer, aunque falta que dicha decisión sea confirmada en un Congreso ordinario que en agosto tendrá lugar en Budapest, o sea que todavía se trata de un reconocimiento a medias. Para entonces podrían conocerse los resultados de los recursos judiciales interpuestos por la UPJ y la postura del Comité Olímpico Internacional.
Pero sea cuál sea el desenlace del conflicto, lo cierto es que en la FIJ han hecho gala de un autoritarismo similar al que ha caracterizado al actual Comité Directivo de la Federación Mexicana de Judo, es decir la consigna de que “aquí la única palabra que cuenta y vale es la nuestra, y aplastar al que piense diferente”. Ignoran el significado del término democracia.
Es precisamente el temor a ser castigados por quien preside la Federación (sea nacional o internacional) lo que ha orillado u obligado a la mayoría a guardar SILENCIO. Preferible no decir nada que sufrir los efectos del totalitarismo y de la intolerancia.
La FIJ nos envía el mensaje que valen más la sed de venganza y de poder que la fraternidad y el buen entendimiento entre los judokas del mundo.
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