REFLEXIONES DE UCHI MATA SOBRE LA DIRECCIÓN TÉCNICA EN LA FMJ

LA DIRECCION TECNICA DE LA FMJ La Dirección Técnica es la parte que define el éxito o el fracaso del trabajo de una Federación, recordemos que el manejo en un deporte es básicamente técnico, lo administrativo y normativo son complementarios. El conocimiento por parte de un dirigente de las áreas mencionadas es definitivo, sin el conocimiento el fracaso es inevitable. El momento en que se toma la decisión de contratar al Director Técnico, entrenadores y equipo multidisciplinario, se define la calidad de trabajo que se tendrá en el corto, mediano y largo plazo. Ahí reside la importancia de la decisión tomada. La FMJ tomó la decisión de contratar a las personas que forman el equipo técnico, sin haber presentado un programa operativo alguno, simplemente se contrató lo que estaba disponible, es la razón de los resultados, lo peor está por venir, tiempo es lo que requieren para destruir lo poco que queda. SALVADOR HERNANDEZ(EL MINI) Fue un competidor destacado a nivel nacional, regional y continental, como la mayoría de los grandes competidores mexicanos, es difícil pensar en algo mayor, al menos así ha sido la historia de nuestro deporte hasta el momento, después se dedicó a trabajar para mantenerse él y a su familia, no ingresó a estudios superiores, supongo que por la necesidad de llevar recursos a la casa, como la mayoría de los mexicanos, lo cual lo identifica como una persona responsable, la única preparación técnica que tuvo, fue bajo la dirección del Prof. Hilario Ávila. Después se dedicó a manejar un taxi de su propiedad y a la venta de diferentes artículos, estuvo impartiendo clases de judo en la Villa Panamericana, de donde destaca su hijo como competidor infantil y hasta ahí la parte técnica. MARIO BAÑUELOS (EL MUERTO) El caso de Mario Bañuelos, fue un competidor aceptable a nivel nacional, estuvo retirado varios años del judo por su trabajo en una línea aérea, después se fue a vivir a la Costa Grande del estado de Guerrero, lugar donde impartió clase de judo durante 6 años a no más de 10 alumnos cuando bien le iba, trabajó en la administración del gobierno local de la población, fundó la Asociación de Judo del estado de Guerrero, que en realidad para lo único que funcionó fue para realizar en Acapulco torneos internacionales bien presentados, en los que intervino sólo para conseguir buenas condiciones de hospedaje, aprovechando la relación con una señorita pariente de Mario que trabaja en el hotel Hyatt, Acapulco. Al salir la suegra de Mario del gobierno local, lo despidieron del trabajo y quedó desocupado, en ese momento las condiciones ensamblaron a la perfección, al no haber entrenador nacional y no haber interés de parte de ningún entrenador nacional, el presidente tomó la decisión de contratar a Mario Bañuelos, de quien ya sabemos sus resultados, pero el menos culpable es él, mucho hizo con el poco currículo con el que se presentó, ahora que ya aprendió un poco más, lo desplazan y ponen a Salvador Hernández, para repetir el ciclo ya vivido. En realidad se le ofreció el trabajo a otros profesores mejor calificados, con un sueldo poco atractivo de $12,000.00 mensuales, no hubo candidatos que aceptaran, como podemos ver los sueldos que se pagan no son para tener los mejores entrenadores del mundo, en principio es imposible pensar en un entrenador extranjero con reconocida capacidad, que venga y trabaje por ese tipo de sueldo. Mario y Salvador han aprovechado la ocasión, la FMJ los tuvo que contratar para no perder los miserables sueldos programados por Conade para la FMJ. Eso nos da idea del nivel en que nos consideran. El reciclar errores tiene poco de administrativo, lo que nos permite adivinar que los entrenadores están cumpliendo su trabajo como mejor pueden, pero el problema tiene otro origen, la falta de conocimiento y parámetros para calificar a un entrenador nacional que tendrá funciones internacionales que cumplir y no tiene el conocimiento, la experiencia, el idioma, la preparación y el roce social suficiente para cumplir esa complicada función. Dicen que no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace su compadre, pero todos los dichos tienen sabiduría, aplicable en este caso a todo el equipo técnico que maneja la selección y el judo mexicano. De Edgar Álvarez, pasando por Mario Bañuelos, Salvador Hernández y los que faltan, han sido contratados en forma similar, de desocupados o medio ocupados, pasaron a directores, hubo una misma persona que estuvo en el centro de las contrataciones y desde luego es más fácil manejar mediocres que tener que hacer un mal papel ante gentes con conocimientos, entre mediocres se entienden. En Europa, por tomar un ejemplo del mundo del deporte desarrollado, un profesor o entrenador, requieren ser Licenciados en Educación Física, Cuarto Dan y experiencia previa como auxiliar o monitor, sin mencionar lo que debe conocer un entrenador nacional. Cuando podamos condicionar a nuestros técnicos a esa norma, tendremos competidores de primer nivel, pero mientras la diferencia entre ellos y nosotros sea la mencionada, poco es lo podemos esperar. Eso no es solo en la parte técnica, lo mismo sucede con la dirigencia, pero es otro tema, del que ya tendremos ocasión de analizar. De cualquier forma hemos tenido en el pasado entrenadores extranjeros con buen nivel y han acabado mal por el sistema del deporte federado de México, del cual es parte la FMJ. Para ejemplos basta mencionar a Yamaguchi, Fikrat, Pomarell y Ponsela, lo que nos indica que debemos generar nuestros propios entrenadores, capacitándolos con sistemas modernos de aprendizaje, fogueándolos en el extranjero y pagándoles un sueldo de entrenadores nacionales a nivel internacional, mientras no hagamos algo, seguiremos teniendo los entrenadores que nos merecemos. Sin disculpar la calidad de los actuales técnicos, debemos estar consientes que dan más que lo que reciben, un sueldo miserable, gastos de viaje miserables, sin reconocimiento por su trabajo, los pobres la única ropa que usan son los pants y chamarra que les regala la Conade, el único que los distingue con su presencia es el presidente de la FMJ. No es un trabajo muy codiciado, de serlo tendríamos otras opciones. Lo que requerimos es evolucionar todos, no estar esperando que venga el mesías del judo mexicano vestido de presidente de la FMJ para que podamos progresar. UCHI MATA